7 de mayo de 2011

Rostros pálidos

La culpa es de Milú se ha tomado unos días, necesitados, de vacaciones. Pero está aquí de nuevo para presentaros las últimas creaciones y seguir contándoos cositas. En estos días, como podéis comprobar, el blog ha sufrido unos pequeños cambios y es que La culpa es de Milú se ha aplicado eso de "renovarse o morir" que está de moda y sienta tan bien en algunas ocasiones.

Esta semana la cosa ha ido del salvaje oeste. En La 2 pusieron una de las grandes, "Río Bravo", y yo que soy de poca tele no pude resistirme a la tentación de volver a verla. Hace unos minutos ha terminado una de las pelis de indios y vaqueros que tanto le gustan a mi peque y a la que he prestado poca atención. Pero se me ha quedado una escena en la que un indio hablaba con un "rostro pálido". Y la expresión me ha llevado a pensar en las personas que en realidad lo son, no por el color de su piel, sino porque su cara refleja el vacío que hay en su interior.


El día a día, la rutina, el conformismo y dejarse llevar por la corriente convierten a la gran mayoría en rostros pálidos. Poco a poco, y sin darnos cuenta, nos metemos en el bucle del ritmo que nos marca la sociedad actual. Familia, trabajo, casa y poco más van anulando esperanzas y difuminando los colores del espíritu si uno no hace nada por remediarlo. Así desaparecen la alegría y la ilusión, y se borran hasta los sueños, que acaban siendo un vago recuerdo de la juventud.

A la culpa es de Milú le gusta el color, así que..., ¡fuera palideces! Eso sí, nada de añoranzas, ni de pensar en lo que pudo ser y no ha sido. No. Hay que pensar qué es lo que nos gustaría hacer, es posible y está a nuestro alcance y ¡hacerlo! Un viaje, deporte, un curso, salir a tomar una copa... Un pequeño cambio nos sacará de la rutina y nos hará reverdecer. Ah, y cómo no, no estaría de más regalarnos o regalar alguna de las coloridas creaciones de La culpa es de Milú, para alegraros la vista y el corazón. ;)

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