17 de octubre de 2011

¡Cuánto tarda la "tardor"!

"Tardor", así llamamos al otoño en valenciano. Nunca antes esta palabra ha definido tan bien a una estación que está tardando demasiado en llegar a esta tierra privilegiada. Si bien es cierto que por la noche refresca un poquito, los días siguen siendo soleados y calurosos. A mí me gustan relucientes, espléndidos, pero no tan sofocantes. De hecho, mis días preferidos son esos de invierno en los que hace un frío que pela y sientes en la punta de la nariz la tibieza de los rayos del astro rey, que reluce orgulloso y solitario en el cielo.

Mi Dénia en malvas...
Este año parece que el verano se resiste a dejar paso a la "tardor" y por eso ésta tarda tanto en bañarlo todo de ocres y malvas... Y digo que no se va, no sólo climatológicamente hablando. En mi vida también el verano sigue dando sus últimos coletazos... Claro, el clima invita a pasear, salir y disfrutar al aire libre... Hablando del verano, hacía tanto que las musas no me visitaban que no os he contado todo lo bueno que sucedió, como la aventura que viví con mi amiga la "flor rara" en el Festival Periférico 2, en la Masía la Torre de Nogueruelas (Teruel). A pesar de las peripecias para ir, y más aún para volver, en moto (4 horas de viaje, niebla, frío, tráfico y avería del motor), mereció la pena. Por supuesto, os recomiendo la experiencia: un fin de semana perdidos en un bello paraje rural, con tienda de campaña, bajo un cielo colmado de estrellas (nunca había visto nada semejante), disfrutando de conciertos, monólogos, cuentacuentos, proyecciones... Y de nivel, ¿eh?
Las peques y su puesto de limonadas en Les Rotes, ¡qué gran momento y qué éxito!
Pero, pero, pero..., eso no fue lo mejor del verano, que vino después. Y es que, sin esperarlo, entraron en mi vida dos pequeñas princesitas muy, pero que muy especiales, a las que estuve ayudando con el repaso de las asignaturas del cole. Fueron tres semanas tan sólo, más que suficientes para encariñarnos, sobre todo yo, porque de ellas es difícil no prendarse rápidamente. Listas, guapas, divertidas y aplicadas como ellas solas, algo fuera de lo común hoy en día. La mayor de "mis peques" es también bloguera y apunta maneras como escritora y/o dramaturga. La más pequeña tiene gracia, salero y una energía desbordante que le llevará a conseguir lo que ella quiera. Lástima que hasta el próximo verano no han de volver... Me echan de menos, como yo a ellas, o al menos eso me han dicho. Me llamaron hace unos días. ¡Me emocioné tanto!