28 de marzo de 2011

¡Estornudamos por fin!

Estornudáis, ergo existís. Que quede claro que esta vez la culpa no es de Milú, sino de la primavera, que las fosas nasales altera. Se hizo de rogar, pero parece que ya está aquí, y si no que se lo pregunten a mi amiga Alba, que se pasa el día con el pañuelo en la mano. Es lo que tiene ser una persona muy sensible, que la sensibilidad aflora en primavera y se manifiesta de distintos modos, en este caso con unas rinitis del copón, por no decir de narices (que sería lo propio). Hablando de mi amiga Alba y de la primavera..., en su poder tiene una de las sortijas más coloridas y vistosas de La culpa es de Milú. A ver si lee el post y le da por hacerle una foto para que pueda mostrárosla. Por cierto, hay otras amigas, de las que os hablaré más adelante, que también tienen alguna que otra sortija y pendientes... Que vayan haciendo fotos, que un día de estos les llegará su turno...



¡¡Bieeennn!! Alba, que es un sol, ha respondido al llamamiento, rauda y presta. Ha hecho las fotos, con el móvil, y me las ha enviado por el Whatsapp. Lo malo es que mi Whatsapp funciona fatal, los mensajes me llegaron a las tres y pico de la madrugada y yo, que me estoy haciendo algo mayor, últimamente me despierto hasta con el vuelo de una mosca, así que los pitidos del móvil me dieron un susto tremendo, aunque no tan tremendo como la alergia primaveral de mi amiga Alba. En fin, que aquí tenéis la sortija y los pendientes de La culpa es de Milú (más o menos se intuyen, jejeje, cosas de las cámaras de los móviles). Quien tiene una Alba, tiene un tesoro. ¡¡Gracias!


23 de marzo de 2011

Primavera gris

Ha llegado la primavera, sí, eso dicen, pero... ¿a dónde ha llegado? Por el momento, no hay  ni rastro de ella. Bueno, algún rastro sí que hay porque si dejásemos de mirar el cielo gris, plomizo, y nos fijáramos en los almendros, veríamos que ellos son la primavera. Como esta sortija de madreperla fucsia sobre la que se han posado un botón naranja y un cristal Swarovski lila que han hecho algo más que buenas migas. Y la culpa es de Milú, por sólo 6 euros.

¿La culpa es de Milú?

Sí es de ella y de nadie más que ella, porque sus formas, texturas y colores son toda una tentación. La culpa es de Milú te va a presentar, poquito a poco, creaciones completamente originales, fruto de la inspiración, del aburrimiento, la creatividad o de la enajenación (vaya a usted a saber). Lo único seguro es que se trata de piezas únicas, que se pueden adaptar a todos los gustos -por encargo-, hechas a mano con ilusión y mucho cariño. Ah, por cierto, a precios muy asequibles, ya lo verás. Y, ya sabes... te guste o no... La culpa es de Milú.

La primera piedra

La primera piedra, se supone, es la más importante. Porque quien da primero, da dos veces, porque es la que soporta el peso de las demás piedras y porque siempre se ha de comenzar por el principio. Así que hay que tener mucho cuidado y esmero en su colocación. Si bien es cierto que La culpa es de Milú, parte de ella corresponde a alguien que ha tenido mucho, muchísimo que ver en la colocación de esta primera piedra. Él ya sabe quién es, pero no sabe que es un gran creador, además de una gran persona y mi mejor amigo. En mi casa siempre se ha dicho que "es de bien nacidos ser agradecidos" y como ni Milú, ni su culpa serían posibles sin él, se merece estas y otras muchas, muchísimas líneas, que van, para siempre, escritas en mi corazón.