28 de marzo de 2011

¡Estornudamos por fin!

Estornudáis, ergo existís. Que quede claro que esta vez la culpa no es de Milú, sino de la primavera, que las fosas nasales altera. Se hizo de rogar, pero parece que ya está aquí, y si no que se lo pregunten a mi amiga Alba, que se pasa el día con el pañuelo en la mano. Es lo que tiene ser una persona muy sensible, que la sensibilidad aflora en primavera y se manifiesta de distintos modos, en este caso con unas rinitis del copón, por no decir de narices (que sería lo propio). Hablando de mi amiga Alba y de la primavera..., en su poder tiene una de las sortijas más coloridas y vistosas de La culpa es de Milú. A ver si lee el post y le da por hacerle una foto para que pueda mostrárosla. Por cierto, hay otras amigas, de las que os hablaré más adelante, que también tienen alguna que otra sortija y pendientes... Que vayan haciendo fotos, que un día de estos les llegará su turno...



¡¡Bieeennn!! Alba, que es un sol, ha respondido al llamamiento, rauda y presta. Ha hecho las fotos, con el móvil, y me las ha enviado por el Whatsapp. Lo malo es que mi Whatsapp funciona fatal, los mensajes me llegaron a las tres y pico de la madrugada y yo, que me estoy haciendo algo mayor, últimamente me despierto hasta con el vuelo de una mosca, así que los pitidos del móvil me dieron un susto tremendo, aunque no tan tremendo como la alergia primaveral de mi amiga Alba. En fin, que aquí tenéis la sortija y los pendientes de La culpa es de Milú (más o menos se intuyen, jejeje, cosas de las cámaras de los móviles). Quien tiene una Alba, tiene un tesoro. ¡¡Gracias!


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