25 de mayo de 2011

El prejuicio de la energía

No sé si La culpa es de Milú o de qué o quién es, pero esta humilde servidora hasta hace no mucho (unos días) tenía un gran prejuicio hacia todas aquellas teorías referidas a las energías que albergamos e irradiamos. El tema me resultaba casi esotérico y no me fiaba de las personas que afirmaban que hay quienes enturbian o alegran el ambiente, dependiendo de su energía. Me sonaba la cosa como al típico rollito de alucinado que se quedó en la galaxia del séptimo oso amoroso después de un porro adulterado.
Sirva este post para enmendar mi error.
Cosas de la vida, todo lo que últimamente me sucede está relacionado con las energías y ha servido para desengañarme y comprobar que lo mío no eran más que prejuicios. He constatado que existen personas que, aunque no sea conscientemente, ni por voluntad propia, albergan y emiten energías muy negativas que acaban por afectar al entorno más cercano. Sea por complejos, por la educación que han recibido o por lo que fuere (no estoy capacitada para determinarlo), sus almas encierran tal cantidad de negatividad que la relación con ellas es difícil, compleja y, por contagio, exasperante.


Pero, pero, pero... Tengo la suerte de haber podido comprobar que también hay personas del polo opuesto. Y es que he conocido a seres que han decidido tomar las riendas de sus vidas con toda la responsabilidad que ello implica, dispuestos a luchar por sus ideales desde la acción y el respeto, que no se dejan llevar por la corriente, y que se enriquecen con la ilusión y esperanza que en los demás generan. Y, de entre todas esas personas, he de destacar a una especialmente positiva.

La sonrisa es su bandera y la perseverancia su modus vivendi. No se queja, no se rinde. El "no" parece no estar en su vocabulario, ni las palabras descanso, rendición, ni retaguardia. La energía se pasea por sus labios y brinca divertida en las pupilas de sus ojos. Es palpable a medio metro de distancia, la notas revoloteando a tu alrededor y atravesarte las entrañas cuando te descuidas, como un fogonazo... Y no puedes evitar el deseo de querer atrapar esas chispas y llevártelas contigo para que te den las fuerzas que a veces tanto necesitas. Sí, amig@s, sí. Hay luces blancas en forma humana a nuestro alrededor, y para descubrirlas, basta con escuchar con los ojos y mirar con el corazón.

6 comentarios:

  1. No sabes cuánto me alegra... Espero estar a la altura y seguir sumando. Porque, aunque es cierto que le hecho de dejar estas historietas aquí para la posteridad me resulta casi terapéutico, me gusta que os gusten. ;) Gracias.

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  2. Tu blog ha sido todo un descubrimiento gracias a Ministry of Deco....
    Felicidade por el blog.
    Besos
    Patri

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  3. Gracias Patri. Bienvenida. Espero que compartamos muchas emociones, aunque sea a través de la palabra. Un besote.

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  4. Hola! Yo también vengo desde Ministry y quería decirte que me han gustado mucho tus creaciones. Lo que no me esperaba era encontrar un post como éste. Me ha gustado mucho, porque yo descubrí eso mismo hace años; que existen personas que son como agujeros negros. Afortunadamente también hay de las otras :)
    Un beso!

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  5. Joder Milú, ya eres búho,jajaja como sientes, así es, somos energía y esta irradia mas haya de su núcleo incandescente, es como el fuego nos conforta lejos de las llamas, somos racionalidad pero también sensaciones, intuición, intangibles. Verás, por mi ocupación cuando hablo de ello, pongo un ejemplo, estimada Milú, alguien se sitúa detrás nuestro, no lo vemos, pero si su energía no es neutra, (cuando lo es no notamos nada, es muy raro), apreciamos sensaciones parecidas a la ley del imán, si te repele obligandote a avanzar un paso y volver la cabeza, es un agujero negro, como bien dice Lole, son personas que van dando pena, siempre llorando buscando el reconocimiento de su dolor, que es el más, se queda ahí en ese lodazal, regocijados en su desgracia, con el lamento y la lágrima presentes, con las ventanas y puertas cerradas. Pero como has descubierto, creciente Milú,también las hay que te producen confort, que te llaman a dar un paso atrás y recostarte, hacerte un nido, dándote paz, como que has encontrado tu sitio, no miras solo te confias, te sabes protegida, esas entrañable Milú, como mejor describes, tienen luz blanca, emanan una energía de intercambio, nutritiva, nunca posesiva, son los que buscan salidas, están vivos, son........los que tú ya reconoces

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